Volver al curso: Situación del sector apícola en España
En este caso, hablamos de una especie exótica invasora cuya introducción en Europa se produjo de forma accidental, se cree que debido al comercio hortícola, en Francia hacia el año 2004. La incidencia económica de la Vespa velutina sobre la colmena se produce por dos causas:- Agresión directa de los ejemplares adultos sobre la colmena: en época de cría de la V. velutina (verano). Una sola avispa puede capturar entre 25 a 50 abejas por día. Esta especie es capaz de destruir hasta un 30% de una colonia en zonas endémicas. Las obreras de V. velutina atacan a las obreras de la abeja melífera, una por una, antes de capturar a las crías con el fin de alimentar a sus propias larvas
– Efecto indirecto sobre la pecorea: la actividad de pecorea es limitada en abejas en zonas con presencia de V.velutina, lo que debilita la colmena y reduce de nuevo su productividad y puesta. Este efecto es manifiesto, aunque su cuantificación es más difícil.
Las consecuencias de la invasión de V. velutina son preocupantes y múltiples: en primer lugar, el importante daño ecológico, ya que la avispa asiática preda las abejas melíferas pero también otros polinizadores, afectando así potencialmente a la polinización de las plantas. Por otro lado, tiene un importante impacto económico en la actividad apícola, como se ha mencionado, directamente afectada debido a las perdidas en las colonias. Y, por último, el peligro que supone para la población. Además, esta invasión tiene un efecto económico adicional sobre los apicultores, ya que promueve la trashumancia en regiones históricamente estantes con la dificultad que esto conlleva para el conjunto del sector.
Actualmente en España, se ha reportado la presencia de V. velutina en toda la mitad norte del país. De momento, no se ha reportado su presencia en Andalucía.
El abejaruco común (Merops apiaster) es una especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, en virtud de lo establecido en el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Se trata de una especie con interacción directa sobre las colmenas, ya que las abejas son parte fundamental de su dieta. Su presencia en la península, entre los meses de abril a septiembre, tiene efectos sobre los aprovechamientos apícolas: una mayor abundancia de abejarucos se relaciona negativamente con la actividad de las abejas, por el efecto predador que tiene sobre éstas. Además, en los colmenares donde se concentran más abejarucos las colmenas presentan unos menores niveles de recursos (miel y polen) y de reproducción. Este efecto negativo se produce durante las épocas de mayor abundancia, que coincide principalmente tras la reproducción y cuando se forman las concentraciones migratorias en agosto, al menos en el oeste de España. Incluso, se apunta a un efecto negativo de los abejarucos sobre los niveles de supervivencia de las abejas reinas durante el vuelo nupcial, aunque se requieren estudios más detallados para poder comprobar esta relación.
Por otro lado, parece existir una correlación directa entre el impacto del abejaruco con los niveles de sequía en el campo: en los años de escasas precipitaciones invernales y primaverales, la disponibilidad de alimento natural para el abejaruco se reduce, por lo que acudirían en mayor medida a los colmenares a depredar sobre las abejas. Este último aspecto tiene importantes implicaciones en relación a la cobertura de daños con seguros apícolas que cubren la sequía.
Además, el abejaruco tiene un efecto inhibidor sobre las abejas que salen a recolectar el agua que necesitan para regular la temperatura interna de la colmena, lo que podría provocar que se alcancen temperaturas internas elevadas que pudieran colapsar la colmena.
El abejaruco se distribuye ampliamente por casi toda España peninsular.