La apicultura representa un sector ganadero con características muy especiales que la definen y diferencian del resto de actividades agrarias. El sector apícola español supone alrededor del 0,44% de la Producción Final Ganadera y el 0,17% de la Producción de la Rama Agraria, con un valor anual de su producción (miel, cera, polen, etc.) estimado en unos 62 millones de euros. No obstante, el valor de este sector va más allá de lo puramente económico, ya que la apicultura juega un papel fundamental en la conservación del medioambiente, el equilibrio ecológico, la mejora y mantenimiento de la biodiversidad, y la fijación de la población en el medio rural.
La situación que está atravesando el sector apícola en nuestro país es de las peores sufridas en las últimas décadas. Cuenta con menores rendimientos por colmena a pesar de una mayor inversión realizada, lo que desemboca en una pérdida de competitividad. Esta situación estaría motivada por varios factores principales.